En la Mira, por Héctor Estrada ·
Luego de la serie de decisiones que obligaron a la renuncia apresura del anterior rector, este lunes 13 de enero la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) inició oficialmente la nueva etapa de su administración general, a cargo ahora de Oswaldo Chacón Rojas… Pero, ¿qué significa realmente este relevo intempestivo dentro de la máxima casa de estudios de Chiapas?
La renuncia de Carlos Natarén Nandayapa, a principios de diciembre pasado, sorprendió a más de uno, no por el hecho de dejar el cargo antes de concluir su periodo oficial, sino por la premura con la que fue obligado a dejar la rectoría. Y es que, si bien su salida se advertía desde hace varios meses con la llegada del nuevo gobierno estatal, Natarén Nandayapa guardaba esperanzas de mantenerse por un tiempo más.
Es verdad, Oswaldo Chacón llega a una institución más recuperada que la que encontró Natarén, luego de años de corrupción desproporcionada y “saqueo verde” que dejaron en 2018 a la universidad con una deuda más de 2 mil 300 millones de pesos. Pero, hay que decirlo, el ex rector también dejó a la institución con varios pendientes e inconformidades por sus abusos de poder.
El conflicto permanente con el sector docente y administrativo dejó a la universidad con más del 40 por ciento de sus directores sin nombramientos oficiales, como simples encargados de despacho, y una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) por los delitos de usurpación de profesiones, uso de documentos e información falsa y fraude, cuyas pruebas documentales mantuvieron al ex rector en una posición bastante comprometedora.
A lo anterior se sumó el irregular funcionamiento de la Junta de Gobierno, cuyos integrantes ya habrían concluido su periodo legal de funciones, pues la Ley Orgánica de la universidad establece en el artículo 15, fracción III, que el Consejo Universitario debe designar cada dos años a los miembros de la Junta de Gobierno, y durante los últimos cuatro años eso nunca sucedió.
Con tal de permitir la reelección de Carlos Natarén, el Consejo Universitario, bajo indicación de la propia rectoría, decidió pasar por alto lo establecido en la ley para mantener en funciones a la misma Junta de Gobierno, postergando ilegalmente a dos de sus integrantes desde febrero de 2020 y a tres más desde diciembre de ese mismo año.
Sin embargo, las confrontaciones al interior de la Universidad Autónoma de Chiapas y las traiciones de Carlos Natarén para entregarse al grupo político de Rutilio Escandón terminaron por minar su permanencia. Al final de cuentas, Natarén Nandayapa concluyó abandonado la universidad por la puerta de atrás, dejando el puesto a una persona cercana al nuevo grupo político gobernante del que, paradójicamente, antes formó parte.
Este lunes, finalmente Oswaldo Chacón Rojas asumió formalmente la investidura como nuevo rector unachense, poniendo su naciente gestión bajo la lupa; no sólo para saber si abrirá investigación formal contra su antecesor y su equipo cercano de trabajo, sino también para conocer el sentido gestor de su rectoría como un posible cambio real hacía la visión académica o un simple relevo de línea política.
Chacón Rojas tiene hoy en sus manos la posibilidad de cambiar la realidad de una institución politizada hasta las entrañas, para finalmente convertirla en un ejemplo de autonomía verdadera, encaminada exclusivamente a la investigación, la academia y la enseñanza profesional, lejos ya de los intereses políticos de sexenio que tanto daño le han hecho a esa importante institución, por el bien de Chiapas y sus futuros profesionistas… así las cosas.