Por Rodrigo Yescas Núñez
Apenas pasaban unos minutos de las 5 de la tarde cuando Alejandro Litchi, presidente de Nice México, se encontraba en los pasillos del Salón Expo Chiapas en Tuxtla Gutiérrez. Con el bullicio de cientos de empresarios de fondo, se preparaba para uno de los eventos masivos más esperados del año para la familia Nice. A pesar de la agenda apretada, Alejandro se tomó un momento para conversar con Carolina Rodríguez y Rodrigo Yescas de El Sol de Chiapas, y su energía y pasión por lo que hace eran tan evidentes como el brillo de las joyas que su empresa comercializa.
“Nice es mucho más que una empresa de joyería”, comenzó diciendo, con una sonrisa segura que reflejaba orgullo. “Nuestra misión es empoderar a las personas, ayudarlas a alcanzar su independencia financiera a través de productos de alta calidad. Creemos en el potencial de cada individuo y queremos que construyan su propio camino al éxito”.
A través de los ventanales del salón se podía ver a los asistentes, en su mayoría empresarios chiapanecos, emocionados por lo que estaba por venir. Alejandro explicó que lo que hace especial a Nice no es solo su catálogo de joyas exclusivas, sino también la red de apoyo que construyen para sus empresarios.
“Les ofrecemos capacitación constante, herramientas de venta y un plan de compensación que premia su esfuerzo. Esto incluye no solo comisiones atractivas, sino también incentivos como viajes, coches y reconocimientos. Queremos que sepan que no están solos, que cuentan con nosotros para crecer y superar desafíos”.
Chiapas, según Litchi, es una tierra fértil para el emprendimiento. “La respuesta aquí ha sido espectacular. Si te asomas al salón, está lleno de personas emocionadas y comprometidas. Este estado tiene una energía increíble y una comunidad muy receptiva a lo que Nice ofrece. Es un honor trabajar con ellos”.
El entusiasmo en la sala iba en aumento conforme se acercaba la hora del evento principal. Pero Alejandro no perdió la oportunidad de compartir un consejo para quienes consideran unirse al mundo de Nice.
“La clave está en lanzarse sin miedo”, dijo con firmeza. “Este negocio requiere perseverancia y pasión. Aprovechen las herramientas que les damos, construyan relaciones sólidas con sus clientes y con otros empresarios. Cuando trabajas con el corazón, el éxito llega”.
Mientras Alejandro se dirigía al escenario para iniciar el evento, era evidente que sus palabras no eran solo un discurso empresarial, sino un reflejo del compromiso que ha guiado a Nice desde su fundación. Los aplausos que lo recibieron al entrar al salón no eran solo para él, sino para la oportunidad que representa: la posibilidad de brillar con luz propia en un mercado competitivo, de transformar vidas y de construir sueños que, como sus joyas, son para toda la vida.