Durante caótica sesión nocturna, Senado aprobó dictamen en materia de inimpugnabilidad de reformas constitucionales; se envió a diputados. Morena y sus aliados del Verde Ecologista y del Partido del Trabajo aprovecharon el caos que reinaba en el pleno y, con apenas un voto de diferencia, aprobaron el candado con el que se impide que la Constitución pueda ser impugnada.
En el tablero electrónico quedó la evidencia de que la senadora priista Cyntia López Castro no votó, lo que ayudó a que se reuniera la mayoría calificada.
Poco antes de la media noche, las bancadas opositoras tomaron la tribuna con pancartas que decían: «No a la dictadura en México», mientras que los legisladores de Morena se acercaron y levantaron otras con la frase: «La Oposición moralmente derrotada».
En una sesión caldeada, con escándalo permanente y protestas de la Oposición, el Senado aprobó en la madrugada, con 85 votos a favor y 41 en contra, una reforma que decreta la imposibilidad de impugnar reformas constitucionales.
Todo ocurrió en medio del caos, sonidos de sirena salidos de megáfonos llevados por la Oposición, gritería y desorden, que aprovechó el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, para acelerar la votación.
