Ciudad de México, 24 JUN.-“Escribo porque tengo muchas cosas guardadas y no tengo otra manera de sacarlas”, redactó Jorge Ramos, uno de los periodistas más reconocidos en el mundo de habla hispana y que, en México, se ha destacado por ser crítico con los presidentes en turno, esto sin importar si eran del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) o el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Más de cuatro décadas informando a la población, principalmente migrante en los Estados Unidos, no ha sido tarea sencilla para Ramos Ávalos, ya que su labor no solo se decanta por lo que sucede en la nación de las barras y las estrellas, sino que también habla de lo que sucede en su país, así como del resto de América Latina.
Toda su experiencia quedó plasmada en su nuevo libro Así veo las cosas: lo que nunca te conté, un compilado con la mayor parte de sus trabajos periodísticos y donde rememora cómo ha sido crecer de la mano de esta profesión, a la par de combinar su vida migrante, además de su labor como padre.
Jorge Ramos habló en exclusiva con Infobae México y contó más detalles sobre su carrera, pero también sobre la idea que tiene del periodismo, el futuro de éste, así como de los riesgos que tiene la profesión en el país, donde en el último sexenio se registran oficialmente 44 asesinatos a comunicadores.
La identidad de Jorge Ramos
“Soy periodista y soy migrante”, fueron los adjetivos con los que se describió Ramos no sólo en su nuevo texto, sino en la entrevista; sin embargo, no siempre fue así y, pese a tener más de 40 años de carrera, siguen sin ser la totalidad de su descripción personal, pues encontrar su identidad fue y es uno de los retos más grandes.
En un inicio la lucha por su identidad lo llevó a probar varias pasiones, así como exprimir los talentos que, sin saberlo del todo, fueron natos o que también adquirió. Su paso por todo esto lo encaminó, sin saberlo, a decidirse por el periodismo, contar las historias que estaban pasando afuera se volvió su pasión, en especial en un país donde el autoritarismo y un partido hegemónico habían delineado las bases del Estado.
Con el paso de tiempo, sumado a su salida de México, se volvió migrante; no obstante, ahí nacieron nuevas dudas sobre quién era puesto que “era muy estadounidense para ser mexicano, pero no era lo suficiente estadounidense para los habitantes de EEUU”.
“Ser migrante significa en un buen día ser de dos países, en un mal día no ser de ninguno y que te rechacen en Estados Unidos y que Donald Trump te diga lárgate de aquí y que llegues aquí a México y veo en las redes sociales, que que muchos creen que soy un traidor porque me fui”, explicó, aunque pese a lo demás, lo tiene claro, su casa está en México, aquella ubicada en Bosque de Echegaray en el Estado de México donde vivió por más de 20 años.
Las cuatro décadas de profesión, así como su constante identificación personal, lo llevó a escoger casi 100 trabajos donde no sólo contara su experiencia en siete conflictos bélicos, entrevistas a presidentes, expulsiones de países, sino donde pudiera analizar el desarrollo de su carrera y que hoy lo vuelven un comunicador sobresaliente en todo el continente.
“Mi experiencia personal en esas guerras es muy distinta a lo que reporté, (ahí) estás constantemente aterrado de miedo y sin saber si vas a poder salir de ese conflicto”
No obstante, escribir este libro también fue una forma “poética” de acercarse a sus seguidores, pues comparte fotografías en donde se puede conocer que durante varios años estuvo acompañado de su gata Lola, la cual lo acompañaba para redactar las noticias o la forma en que estuvo “en el lugar incorrecto” cuando fallecieron su padre y su hermano.
Aun con las tragedias humanas que acompañaron su crecimiento profesional y personal, Jorge Ramos se sincera y confiesa que no cambiaría por nada ser periodista, no cambiaría la oportunidad que tiene de ser crítico al poder o de ser joven toda la vida.
“El periodismo te permite dos cosas preciosas: ser rebelde toda la vida y ser joven toda la vida. Tienes que estar (presente), tienes que ser joven de espíritu para para poder estar al día de lo que está ocurriendo, así que no, no dejaría esta profesión”, profundizó.
La evolución del periodista
Ni Jorge Ramos es el mismo joven que decidió una profesión y salir de México ni el periodismo es el mismo que conoció, la irrupción de las redes sociales han provocado que los medios tengan que evolucionar y presentar sus contenidos de una forma diferente a lo que estaban habituados.
Ante esto, el periodista reconoció que la comunicación, como profesión, está en riesgo debido a que no todos los involucrados han entendido cómo crear contenido para que las audiencias se interesen en lo que está pasando, así como la idea de la inmediatez.
“Todavía no sabemos cómo monetizar y cómo sobrevivir viviendo en el en el mundo en el mundo digital nuestras audiencias en los medios tradicionales están desapareciendo”
Sumado a lo anterior, Jorge Ramos no olvida su reconocimiento a las personas que deciden ejercer el periodismo en el país, pues indicó que no es fácil tener una profesión en donde tu vida esté en riesgo si decides informar a la población sobre lo que ocurre.
Aunado a lo anterior, puntualizó que las personas que se decantaron por esta profesión en el país tienen el compromiso de ser críticos del poder, especialmente ante el nacimiento de un nuevo partido hegemónico —Morena— con el respaldo ciudadano.
“Yo creo que los periodistas en México tienen ahora la responsabilidad de ser contra poder. Esto es fundamental en un país donde vemos el surgimiento de un partido hegemónico, en Morena, y un debilitamiento de la oposición política”, expresó.
Finalmente, invitó a seguir cuestionando a todas las personas que estén en el poder, esto sin importar a qué partido represente el personaje, pues destacó que el futuro del periodismo en México está en los medios, tras un debilitamiento de la oposición, misma que quedó reflejada en los comicios del domingo 2 de junio.
“Los periodistas no podemos ser neutrales, esto rompe lo que hemos aprendido en las universidades y en las escuelas de comunicación, pero muchas veces los periodistas estamos obligados a tomar partido”, finalizó.