En la Mira, por Héctor Estrada ·
Con el arranque de las campañas locales también ha comenzado la recta final rumbo a los comicios del próximo 2 de junio, en los que Chiapas renovará todos los cargos de elección popular disponibles. Será una fecha crucial para que los grupos políticos midan sus capacidades, pero también para que la ciudadanía evalúe en las urnas a sus gobiernos y los partidos que representan.
El ejercicio democrático programado para dentro de poco más de cuatro semanas significa la gran oportunidad de expresar en la boleta electoral la aprobación o descontento hacia cada una de las autoridades de los tres niveles de gobierno y las representaciones legislativas que, hoy resulta evidente, no pueden ser evaluados de forma homogénea.
Y es que, votar de manera lineal, sin reflexionar cada elección en particular, ha dejado antes varios tragos amargos para la ciudadanía en entidades como Chiapas. Hoy más que nunca la cita en las urnas exige reflexión y análisis para intentar contrarrestar con sufragios razonados al masivo acarreo de votos que, seguramente, está presupuestado ya por los operadores políticos de la elección.
En total las y los chiapanecos elegirán este 2 de junio a una presidenta de la república, un gobernador, tres senadores, 13 diputados federales, 40 diputados locales (24 por mayoría relativa y 16 plurinominales) y 123 ayuntamientos. 13 partidos políticos son los que cuentan con registro local para la elección, por lo que el registro de candidaturas este año se convirtió en uno de los más numerosos en la historia de la entidad.
Si bien en la contienda por la gubernatura los partidos políticos se agruparon en sólo tres fuerzas políticas, para el caso de las diputaciones y los ayuntamientos las coaliciones se fragmentaron a fin de abrir espacio a más candidaturas y evitar confrontaciones innecesarias de falsa unidad. Sin embargo, en el fondo la disputa por los cargos públicos, entre los partidos aliados de Morena y la oposición real (PRI-PAN-PRD), sigue siendo la misma.
El objetivo de Morena en Chiapas es centrar la disputa electoral entre sus aliados para desplazar al Frente por México y quedarse con la mayor cantidad de espacios políticos. Sobre todo, los concernientes al Senado de la República, las diputaciones federales, las diputaciones locales y los principales cuatro bastiones municipales de la entidad, apostando nuevamente por el arrastre de la votación presidencial y la votación estatal.
No obstante, la última palabra sigue estando en manos de la ciudadanía, en los votantes conscientes que podrían definir la balanza para elegir a sus nuevas autoridades o representantes, más allá de los partidos e intereses cupulares que hoy esperan ansiosamente una elección de trámite que concrete los espacios acordados previamente.
Restan desde ahora cuatro semanas para analizar las candidaturas y llegar a las urnas con la claridad de voto. Chiapas ya no se puede dar el lujo de elegir candidaturas sin mérito alguno, sólo por privilegiar nuevamente a la tendencia del voto partidista. Finalmente, la cuenta regresiva ha comenzado para una cita que definirá el futuro de México y Chiapas para lo que resta de la actual década… así las cosas.