No importa el contexto laboral, siempre hay un compañero de trabajo incapaz de decir que no a las guardias de fin de semana, a las responsabilidades asignadas en el último minuto de la jornada o acepta más carga de trabajo del que su jornada le permite cumplir. Los límites tienen mala reputación, porque cuando no se ponen a tiempo o no se hacen de forma asertiva pueden detonar en conflictos; sin embargo, aprender a ponerlos es clave para tener relaciones sanas en el trabajo.
“Las dinámicas laborales demandan atención especial hacia la salud laboral. Al establecer límites claros, saludables y de forma asertiva es posible prevenir futuras problemáticas como estrés, ansiedad o burnout ante excesivas cargas de trabajo o entornos poco agradables. Aprender a poner límites constituye un paso indispensable para que las compañías tengan climas laborales saludables que incentiven la comunicación, el trabajo en equipo y la productividad”, afirma Yunue Cárdenas, Coordinadora del HUB de psicología de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
Los límites en el trabajo funcionan como barreras que ayudan a que los integrantes de un equipo se comuniquen. Por ejemplo, si un jefe pide un trabajo y da un tiempo muy corto para cumplirlo, el equipo puede poner un límite comunicando que el tiempo es muy corto para el trabajo que se demanda, y una vez enterado de esto el jefe pueden buscar una solución en conjunto
“Idealmente los límites son una forma de autocuidado que sirven para comunicarnos y encontrar soluciones en común, pero esto no siempre es así. Es frecuente que los límites se ponen cuando tenemos trabajadores muy cansados, estresados, irritables o con problemas de sueño. Aquí es importante mencionar que los límites en sí no van a solucionar los riesgos psicosociales, es decir, los factores que pueden detonar trastorno como estrés o ansiedad, pero sí son una gran herramienta para prevenirlos”, añade la Coordinadora del HUB de psicología de Affor Health.
Los límites no son un problema per se pero sí pueden serlo si no se establecen de forma correcta. Affor Health da 3 tips para poner límites de forma asertiva:
Ser claro y consistente
Cuando una persona quiere establecer un límite debe asegurarse de comunicarlo de manera clara y de explicar, las veces que sea necesario, la consecuencia de transgredir dicho límite. Es importante la firmeza para que los límites sean efectivos.
Utilizar un lenguaje respetuoso y puntual
La asertividad implica expresar determinada necesidad y deseo de manera respetuosa pero firme. Es primordial evitar ser agresivo o pasivo en la comunicación. Se recomienda utilizar un tono de voz amable y mantener contacto visual para demostrar seguridad.
Escuchar activamente y ser flexible cuando sea necesario
Una vez que se establece el límite, también es importante estar abierto a escuchar la perspectiva de la otra persona. Se recomienda la flexibilidad en ciertas situaciones, ya que ser demasiado rígido puede generar tensiones innecesarias en las relaciones en el ámbito laboral.