A Media Palabra, por Miguel Arcadio Cruz Ruiz ·
Hoy, todos y cada uno de los municipios del Estado de Chiapas, deben volverse centro del entendimiento y de las coincidencias humanas y fraternas, por ello, todos los pobladores y autoridades deben estar en busca de acercamientos que provoquen complementar necesidades; ello, ante el panorama económico que se avecina a partir de las elecciones de junio, atentos a los recortes presupuestales.
Desde cualquiera enfoque económico de cada una de las actividades productivas de la entidad, hay sensación de carencias lo que está aparejado al deseo de satisfacerlas.
Entre los habitantes y las autoridades de las poblaciones, históricamente existen lazos de amistad y familiares que pueden sostenerse con motivo de una formalización más allá de lo común, para provocar una unión, conocerse mejor y emprender proyectos. Unión que vaya más allá de los intereses comunes, que les lleve a conocerse de mejor manera y a plantear propuestas que ayuden al desarrollo de los pueblos, a entender sus culturas sin que ninguna de ellas pierda su identidad propia, a conocer más aún las tradiciones productivas y las debilidades y fortalezas de cada pueblo.
Para tal efecto, todos los Ayuntamientos deben realizar un inventario de necesidades, revisar los Planes de Desarrollo, checar los presupuestos, su monto ejercido, conocer él o los sectores que más aportan al PIB municipal, conocer las principales actividades agrícolas, la planta industrial y todo lo concerniente a la infraestructura para encontrar las deficiencias.
Entonces, buscar estrechar relaciones, intercambiar experiencias, pero sobre todo, establecer la comunicación entre todos los municipios para que atiendan y entiendan el federalismo, esencia filosófica de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Bajo este contexto, con imaginación y creatividad, buena fe y voluntad política, sentarse a la mesa de negociación y establecer las prioridades de cada municipio para complementar las necesidades, diciendo a las contrapartes: “esto me sobra, esto me falta, esto puedo dar, tu qué me puedes dar.”
Ésta sería la verdadera riqueza del programa, con el cual, los Ayuntamientos pudieran suplir las deficiencias y provocar con ello el desarrollo y crecimiento económico de nuestros habitantes y no estar supeditados a obtener ampliaciones de presupuestos o comprometer recursos para obtener préstamos a la banca de desarrollo.
Juntos elaborar proyectos de desarrollo regional, establecer fondos, otorgar subvenciones, ofrecer intercambios sociales, educativos y económicos. Convenir, debe llevar a establecer programas de cualquiera índole, sobre todo de aquellos que aporten al cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio, establecidos por la Organización de las Naciones Unidas.
Erradicar la pobreza y el hambre, establecer una educación universal, procurar la igualdad entre los géneros, reducir la mortalidad de los niños, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, procurar la sostenibilidad del medio ambiente, y fomentar una asociación, deben ser temas prioritarios para este acuerdo múltiple que debe procurar acciones concretas.
Incentivar el turismo en los municipios, promover el desarrollo económico, establecer programas educativos, intercambiar experiencias en materia ecológica debe ser parte de la nueva dinámica municipal.
Se promueve con ello, una estrategia federalista de política regional, mediante el establecimiento de mecanismos de vinculación y coordinación interinstitucional con los gobiernos municipales, para complementar necesidades en todas las materias de salud, educación, cultura, económica, agropecuaria y cualquier otro tema que sea de la competencia de los municipios.
Se trata de añadir un complemento a una cosa para hacerla mejor, más completa, efectiva o perfecta, previo los trámites legales y de estilo.
Así, los municipios extraerán de sus corazones, de la riqueza de su tierra, de su historia y su amor, la mexicanidad como fuente inagotable de creatividad.
