Por Daniela Alfaro
El pasado domingo se llevó a cabo en La Trinitaria la segunda edición del foro «Voces de la Cultura», como parte de los «Diálogos por la Transformación» en Chiapas. En esta ocasión, se organizaron tres mesas de trabajo centradas en distintos aspectos culturales: las políticas culturales con perspectiva de género, el papel de los pueblos y culturas originarias, y la promoción de festivales artísticos, literarios y culturales.
Este evento se consolidó como un espacio destacado de creatividad y reflexión, con el objetivo de impactar en el rumbo del estado y contribuir al ámbito nacional. Fue un lugar de colaboración en búsqueda de propuestas autogestivas y discusiones profundas que abordaron temas desde la promoción del arte y las lenguas indígenas, hasta las instalaciones visuales de festivales internacionales. Los artistas locales crearon una narrativa variada que capturó la esencia única de La Trinitaria y de municipios aledaños como Comitán, Las Margaritas, Palenque, La Independencia, Tzimol y los Altos de Chiapas.
“Hay más de 50 personas que se inscribieron al foro y están vertiendo sus propuestas, estamos muy contentos porque hay gente en el área de la música, el cine, la literatura, la danza, las lenguas originarias, la traducción. Hay propuestas que tienen que ver con las políticas públicas con perspectiva de género y reformas a las leyes de comunicación para privilegiar que se traduzcan los contenidos radiofónicos a las lenguas originarías”, detalló Angélica Altúzar Constantino, coordinadora del foro con sede en La Trinitaria.
El compromiso con la inclusión de las lenguas indígenas y la perspectiva de género fue un pilar fundamental de este segundo encuentro. Los artistas compartieron no solo sus propuestas, sino también los desafíos que enfrentan, lo que permitió reflexionar sobre la identidad local y su papel en la configuración de un Chiapas transformado.
“El gremio de la cultura es un gremio muy informado, muy crítico, un gremio que lucha día a día dedicado a la cultura, lucha para que la gente tenga acceso a los productos y bienes culturales, porque además es un derecho”, expresó Angélica Altúzar.
Asimismo, Cristel Aguilar, artista y participante de la mesa «Políticas culturales con perspectiva de género”, expuso su proyecto como uno de los ejemplos presentados durante las mesas de trabajo. Su iniciativa se centra en la preservación, rescate y promoción de la diversidad cultural de las etnias indígenas, resaltando especialmente el papel de la mujer indígena. Su propuesta consiste en organizar un encuentro de danza destinado a mejorar la salud mental, emocional, física y laboral, ofreciendo un espacio donde distintas voces femeninas de Chiapas puedan expresarse a través de esta disciplina.
Los grupos de discusión fueron el epicentro de un intercambio de ideas enriquecedor, abordando debates sobre el papel del arte en la sociedad y reflexiones sobre la preservación de la identidad indígena. Los participantes no solo dialogaron sobre el presente, sino que también trazaron caminos hacia un futuro colectivo, donde el arte y la participación de las infancias en la cultura sean fundamentales.
Adriana López, hablante de la lengua maya-tseltal y participante en la mesa «El papel de los pueblos y culturas originarias», presentó su propuesta centrada en el fortalecimiento de las lenguas mayas-zoques mediante la creación de una academia. Destacó la importancia de transmitir conocimientos a los niños para preservar la riqueza cultural y lingüística de las comunidades. “Se debe sembrar en ellos las semillas culturales y lingüísticas que permita seguir haciendo vivas nuestras lenguas”, subrayó.
Por otro lado, Alberto Ramírez, fundador del Festival Rockomiteco y participante de la mesa «Promoción de festivales artísticos, literarios y culturales», explicó que su propuesta gira en torno a la organización de un festival que fusiona tecnología y arte. Este evento incluirá actividades como videomapping, inteligencia artificial y realidad aumentada, representando una innovación sin igual en el sur del país. Además, se espera que este festival genere beneficios económicos significativos para el estado.
Esta segunda edición no solo fue una muestra de la creatividad local, sino también un catalizador para la acción, que promete generar un impacto duradero en la comunidad de La Trinitaria. Este evento no solo fue un ejercicio independiente, sino también un testimonio de cómo la cultura puede ser el puente que une a comunidades y gobiernos en la búsqueda de un futuro común.