Tubo de Ensayo, por René Delios//
No debemos permitir que los más sigan con su demanda de justicia social en que nos han dejado los tres gobiernos que han pasado por el poder ejecutivo en lo que va del siglo; pasaron sin pena ni gloria y contrariamente se fueron en medio de todo tipo de cuestionamientos, y más porque entrando al poder hablaron del que se fue como si hubiera sido lo peor que pasó, por lo que llegaba “él” a poner orden y transitar por la senda del progreso, la que ha de ser muy larga, pues en busca de ese destino no se ve más que distancia.
Pero como siempre ha pasado -incluyendo a la presente administración-, el que llega reinventa el destino de México.
El punto es que Andrés Manuel López Obrador hace lo que cree necesario como sus antecesores, para que no tengan ni siquiera el beneficio de la duda de que hace lo correcto, y aun sus justificaciones, sus argumentos, pues los cuestionamientos y acusaciones provienen de parte del pueblo que gobierna y sectores que lo han señalado a lo largo de estos años, que no han visto nada que reconocer durante su administración, que no sea destacar que, si no peor, lo lleva igual que sus antecesores, pues no se ve claro en lo económico y social en esa pobreza que dice combatir.
Y es que hablamos de dieciochos años de tres gobiernos y cuatro del actual y nada; en tres años habrá pasado un cuatro del siglo y nada más México no levanta.
Cada cual modificó incluso las leyes a modo, y en éste no hay excepción.
Entendemos que la ley se adecua para mejorar y beneficiar a la nación, o la entidad de que se trate, y eso lo reconociera -porque lo palpara- el pueblo y eso no sucede. Pero ni con eso el presidente acepta los reclamos y por el contrario, los enfrenta y cuestiona como ahora sucede con eso de la reforma al INE., aun sea llevarle la contra por la contra.
Pero otra cosa son los legisladores que no aceptan que hay excesos en el gasto del INE, en el de los partidos, y los resultados democráticos son magros, y no por el resultado fraudulento, sino por la selección manipulada de las propuestas a los puestos de elección popular: es tráfico de influencias y corrupción política.
Pero hay otros reclamos y no se avanza; reclamos de justicia a los exmandatarios, lo mismo pasa desde Chiapas y se aplica la misma tanto en Tabasco como en Veracruz, obvio Ciudad de México o Morelos, y no hay nada en contra de ex mandatarios aún las quejas de los ciudadanos y sectores; los ex gobernadores no son llamados a cuentas y por el contrario, se antoja lejos la posibilidad con aquellos que simpatizaron con la 4T o AMLO en algún momento.
Y es que así es la política, y más ahora que Morena requiere de alianzas y acuerdos, y espero que ya no leoninos.
Pero eso es otra cosa a los reclamos de justicia, de respuestas.
Los mexicanos nuevamente estamos a los gritos, solos en la loma, sin establecer coincidencias, y así vamos a llegar a las elecciones federales y no pocas estatales, con partidos desprestigiados, políticos desvinculados y soberbios, pero bien disciplinados.
Ignominiosos.
Desde luego que todo este escenario envía a otros casos de exgobernadores que fueron cayendo en poder de la justicia por peculado, desde Sonora hasta Quintana Roo, pasando por el tremendo escándalo de Veracruz y desde luego Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua.
Las versiones van y vienen, incluyendo poderosas ligas que al final de cuentas no explican el por qué hay tanta deuda pendiente en los estados y no se ven las obras.