Mariana Morales
Cd. de México (01 noviembre 2022).- La Iglesia Católica acusó que integrantes del INM y de la Policía estatal irrumpieron y sacaron el pasado sábado y con exceso de fuerza a migrantes venezolanos, ecuatorianos, peruanos y centroamericanos que se resguardaban en una parroquia de Escuintla, en Chiapas.
«Ingresaron a la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en Escuintla, para privar de la libertad a las personas migrantes que se encontraban resguardadas dentro del lugar; en medio de estos hechos, salió lesionada una mujer de nacionalidad colombiana que se encontraba embarazada, puesto que además existió un uso excesivo de la fuerza por parte de los servidores públicos», expresó la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana.
Grupo REFORMA entrevistó a migrantes que estuvieron ese 29 de octubre en medio del operativo federal y estatal en Chiapas, quienes aseguraron que tras la irrupción, sólo uno de ellos fue detenido.
«Estábamos en el patio de la iglesia cuando llegaron los de migración y la policía (estatal) a rodear la iglesia, yo corrí a la calle, me caí con mi embarazo y una vecina me ayudó unos se escondieron en una galera del templo, y otros se metieron a rezar para que no se los llevaran», dijo Yanelí Torres, venezolana que carga a una niña de dos años.
Yanelí Torres describió que en la detención participaron al menos cuatro agentes del INM y cuatro policías de la Policía estatal cuando 90 migrantes descansaban en el patio de la parroquia «Santo Domingo de Guzmán», en esta región Costa de Chiapas.
«La vecina que me ayudó me metió a su casa, me dio agua con azúcar porque tengo embarazo de gemelos, mientras niños, niñas y mujeres se escondían donde podían, como si se tratara de delincuentes», dice Yanelí respecto a los hechos que ocurrieron a las 4 de la tarde de este sábado.
Minutos antes de que estas autoridades ingresaran al patio del templo, detuvieron a Juan Carlos Gil Gómez, un colombiano que viaja con su hermano, Carlos Fernando, y quienes ese día llegaron a la iglesia a pasar la noche.
El joven de 23 años de edad estaba en la calle, porque había salido a hacer una llamada telefónica.
«Han transcurrido tres días y no sabemos dónde está», dice su hermano Carlos Fernando, quien desde la galera del templo desempolva la bandera de Venezuela.
Quienes se escondieron al interior de la iglesia cuentan que rezaban y gritaban que no se los llevarán, mientras las autoridades se colocaban en las puertas del templo.
Juan Maldonado, un colombiano que corta cabello, dijo que fue el padre de la parroquia quien evitó más violencia.
«Hasta que llegó el padrecito Luis Alberto Marroquín y dijo que respetaran», expresó.
Se une CEM a reclamo contra INM en Chiapas
Este martes, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se unió a las condenas contra el INM y la Policía de Chiapas por el operativo.
Mientras tanto, los migrantes este martes descansan en una galera con techo de lámina, queman leña y hacen fuego para cocinar sus alimentos.
No es la primera vez que estas autoridades realizan una redada en este municipio que forma parte de la ruta migratoria, pues el 19 de octubre pasado, un día antes de las festividades del pueblo, migración desalojó a quienes dormían en el parque, cuenta Salvador Hernández, vecino de la parroquia.