En la Mira, por Hector Estrada ·
Como si no tuviera cuentas pendientes con el pueblo de Chiapas, durante los últimos días el ex gobernador Manuel Velasco Coello se ha paseado por algunos municipios de entidad, haciendo nuevamente uso del desparpajo, la desvergüenza y el acarreo de la necesidad desmemoriada. Eso sí, muy lejos aún de los lugares donde el montaje proselitista todavía no tiene todas garantías de seguridad.
Manuel Velasco se pasea con mucho cuidado por Chiapas, evita exponerse en espacios sin el control de su gente operativa y asiste sólo a las simulaciones electoreras preparadas con sigilo por los mismos viejos liderazgos verdes, y sus debilitadas estructuras, que añoran con desesperación el retorno de los tiempos de abundancia y saqueo indiscriminado dentro del gobierno del estado.
Y es que, el ex gobernador chiapaneco sabe perfectamente que sus posibilidades de ganar la contienda interna dentro de Morena son prácticamente nulas. Las traiciones ventiladas contra el presidente durante los últimos años lo persiguen entre la cúpula morenista como un elemento de poca confianza. Es ya para todos evidente que su participación fue sólo un capricho del Partido Verde para subirlo al ring, e intentar elevar sus fichas de negociación a la hora del reparto electoral para 2024.
Viene a Chiapas porque sabe que aquí mantiene todavía algunos resquicios de su pasado, enquistados dentro de varias estructuras de poder; todos listos para comercializar nuevamente con la necesidad, la desmemoria y la falta de dignidad. Y para ejemplo de ello están sus eventos en Huixtla y Palenque, donde el acarreo se dio sin menor empaño. Nada distinto a lo hecho por otros suspirantes, pero en este caso el abuso y la burla cobran mayores dimensiones.
La mala noticia para quienes hoy están en el mismo tenor de las campañas internas y el proselitismo simulado, Manuel Velasco ha venido a abaratar el llenado de eventos masivos en la entidad, quitando aún más toda relevancia real al acarreo masivo de temporada. Finalmente, si Velasco, con todos sus antecedentes negativos y rechazo como uno de los peores gobernadores, puede rellenar eventos en Chiapas qué gran mérito podría significar para otra figura tal hazaña.
Lo cierto es que sus pendientes aún no se olvidan. Su historia de saqueo y abusos, impunes por la protección de actual sexenio, todavía están presentes en la memoria de la gran mayoría de las familias en Chiapas. Y es que, su herencia de violencia y descomposición social también sigue cobrando caras facturas para una entidad que quedó sumida en la quiera de sus finanzas públicas.
La ciudadanía chiapaneca sabe perfectamente que el lugar del ex gobernador debería estar frente a la justicia pagando cuentas y no haciendo una farsa de precampaña presidencial. Pero, lamentablemente, el pago de favores políticos le sigue alcanzado para prolongar su impunidad. Mientras tanto no queda más a las y los chiapanecos que seguir levantando la voz para recordarle insistentemente que la memoria de su turbio pasado continúa bastante fresca en este rincón de México… así las cosas.