Ayotzinapa, un desastre

Una hasta el fondo, por Gil Gamés ·

Gil caminó sobre la duela de cedro blanco del amplísimo estudio con las manos entrelazadas en la espalda, un gesto que lo define como un experto, un jurisconsulto. La Fiscalía pidió 16 nuevas órdenes de aprehensión contra militares y la jueza Raquel Ivette Duarte las libró sin obstáculo alguno.

Las investigaciones del gobierno y el grupo de expertos independientes han indicado que hubo participación de todos los niveles de gobierno en la matanza de los estudiantes, incluido el Ejército, que, aseguran, rastreó de cerca el ataque a los estudiantes en tiempo real pero no utilizó esa información para ayudar a ubicarlos.

El general Rafael Hernández Nieto y el resto de los militares fueron acusados de delincuencia organizada y desaparición forzada. Un juez anterior, ante quien fueron llevados algunos de los estudiantes antes de que supuestamente fueran entregados al cártel, también fue acusado de desaparición forzada.

El ex procurador Jesús Murillo Karam, detenido en agosto de 2022, se encuentra sujeto a proceso penal por desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia. La Fiscalía pide 82 años de cárcel.

Asesinos libres

Gil lo leyó en su periódico El Financiero en una nota de David Saúl Vela: la derrota más reciente de la Fiscalía lleva el nombre de José Luis Abarca, señalado como uno de los principales responsables de la masacre, él ha sido exonerado, no obtuvo su libertad porque se le acusa de otro delito, éste de homicidio, de no ser así, mientras Murillo muere en prisión, Abarca viviría exonerado y en libertad.

Así las casas (mmm, muletilla patrocinada por el licenciado Bartlett), los asesinazos de Guerreros Unidos han sido liberados por haber sido torturados. Algunos, por cierto, se convirtieron en testigos protegidos de la Fiscalía, uno de ellos, Gildardo López Astudillo, El Cabo Gil, uno de los líderes del grupo criminal. Otros liberados: Patricio Reyes, El Pato, señalado como uno de los ejecutores de los estudiantes; Felipe Rodríguez, El Cepillo; Salvador Reza, El Wereke; Agustín García, El Chereje y Miguel Ángel Landa, El Chequel. Todos estos criminales se toman la copa en la cantina, alguno de ellos vive ya en Estados Unidos.

No será Gil quien se oponga al ejercicio del debido proceso o a la defensa de los derechos humanos, pero diantres, todo salió mal: un desastre.

Delaciones de asesinos y criminales

César González, un abogado que representa a los militares, dijo el miércoles que el caso del gobierno contra sus clientes es débil y criticó a la Fiscalía General por basarse en las declaraciones de integrantes del cártel.

La fiscalía, dijo González, está “manipulando a su antojo las declaraciones de miembros de la delincuencia organizada para tratar de soportar un poco más un caso que se ha venido desmoronando”.

Santiago Aguirre, el abogado principal que representa a las familias de los estudiantes desaparecidos, comentó que el gobierno cuenta con pruebas sólidas contra los militares y que las órdenes originales de aprehensión solo se cancelaron debido a la presión política. La acusación de un número tan alto de militares había generado molestia en el Ejército”, dijo Aguirre al relatar una reunión de septiembre entre las familias de los estudiantes y López Obrador. Eso “había generado que el fiscal general de la República, Alejandro Gertz, ordenara a su gente suspender algunas de estas órdenes”.

Los padres de las víctimas siguieron exigiendo la detención de más militares, dijo Aguirre, y los expertos independientes que quedaron aseguraron que solo se quedarían en el caso si las órdenes de aprehensión fueran a emitirse de nuevo.

“Era una exigencia para la continuidad de nuestro trabajo porque existían elementos probatorios para sostener las órdenes y la decisión de retirarlas había sido arbitraria”, dijo Carlos Beristain, uno de los expertos. “Una investigación que tiene que hacerse con base en las pruebas y no a las presiones”.

El Times informa: “López Obrador ha otorgado amplios poderes a las fuerzas armadas y las ha respaldado consistentemente a pesar de las críticas que dicen que está allanando el camino para el surgimiento de un Estado militar”.

Todo es muy raro, como diría Dostoievski: “después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos”.

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