Aquel hombre parco al caminar y templado para hablar también es un funcionario con una gran experiencia política y capacidad para generar acuerdos con los Poderes del Estado Mexicano, así como con diferentes sectores sociales, por lo que es considerado como la persona ideal para continuar con la consolidación de la Cuarta Transformación del país.
Él es Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, desde hace casi dos años. Es el hombre de mayor confianza y leal del presidente Andrés Manuel López Obrador con quien ha caminado desde más de tres décadas, con el objetivo claro de ayudar a las familias mexicanas que menos tienen y de sacar adelante al país.
En los últimos meses, López Hernández, oriundo del estado de Tabasco igual que el mandatario federal, ha recorrido la República Mexicana para impulsar las iniciativas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante esas giras nacionales, el encargado de la política interna del país ha sido recibido en las entidades federativas con gran afecto, con porras, música, espectaculares y con el grito de: ¡Presidente, Presidente!, por simpatizantes y seguidores que confían en el proyecto que encabeza el presidente y que puede continuar el Secretario de Gobernación.
Asimismo, ha generado diálogo y es buen conciliador con legisladores de las Cámaras de Senadores, Diputados, con los Congresos locales, gobernadores, presidentes municipales, además con líderes de organizaciones sociales, sindicalistas, campesinos, ganaderos, académicos, profesionistas, obreros, lo cual lo ubica como potencialmente sucesor de la 4T.
Estas acciones sin duda definirán al candidato presidencial, por lo que Adán Augusto va un paso adelante comparado con Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y el canciller Marcelo Ebrard, quienes son aspirantes al mismo puesto de elección popular.
En sus participaciones en foros, asambleas, mítines, entrevistas en medios de comunicación, López Hernández ha demostrado inteligencia, astucia, empatía con el pueblo y capacidad humana, para ser el virtual heredero político del movimiento obradorista.
El abogado, gran operador político y excoordinador de campaña de Andrés Manuel en las elecciones presidenciales anteriores, es un hombre profesionalmente preparado. Es sin duda el funcionario ideal para la sucesión presidencial.