CANCHA / Staff
Cd. de México (19 marzo 2023).- La lucha entre Sergio Pérez y Max Verstappen ha generado un ambiente tenso en Red Bull.
Bajo las mismas condiciones, el mexicano ha demostrado que puede llegar al mismo nivel del bicampeón, siempre y cuando se haga escuchar en el equipo, tal y como sucedió en el Gran Premio de Arabia Saudita.
Con la victoria casi en la bolsa pero con el peligro de que Max Verstappen se acercara, Checo desobedeció una orden de equipo y se rebeló a las imposiciones de su ingeniero Hugh Bird.
«33»0 de target de vuelta», informa el ingeniero. «¿Max está haciendo lo mismo?, responde Pérez.
«Si, Max hizo 32,6», contesta Bird.
«¿Entonces para que me dicen que haga 33.0?», expresa el tapatío.
Al final de la conversación, Pérez pidió permiso para seguir empujando de manera contundente, a su ingeniero no le quedó otra opción más que aceptar.
El bicampeón es consciente de que Checo representa una amenaza, al grado de quitarle la vuelta rápida para superarlo en el Campeonato de Pilotos con 44 puntos, por 43 del azteca.
Justo cuando el «Ministro de Defensa» bajó del monoplaza con el número 11 y fue a celebrar con Red Bull, Jos Verstappen, papá del actual monarca de la Fórmula Uno, hizo una expresión de desagrado al ver al compañero de garaje de su hijo.
Incluso, en la sala de espera antes de subir al podio, Pérez y Fernando Alonso, quien terminó tercero con el Aston Martin y más tarde penalizado, hablaban en español sobre sus maniobras, hasta que llegó Max y se notó la falta de simpatía con su coequipero.
De hecho, el león neerlandés sólo intercambió palabras con el asturiano evitando hablar y mirar a Sergio.
Lo que pasé en la próximas carreras será decisivo para que Checo se acerque cada vez más Verstappen y acabe con su reinado.