A mi Manera, por Rodrigo Yescas Núñez
Hoy, El Sol de Chiapas cumple 67 años. Y más que una celebración, esta fecha representa un momento de gratitud y reflexión. Gratitud hacia quienes construyeron los cimientos de este diario y hacia quienes, día a día, lo mantienen vivo; reflexión sobre el camino recorrido y los desafíos que enfrentamos en esta nueva era del periodismo.
Hablar de El Sol de Chiapas es hablar de una historia familiar, pero también de una historia colectiva. De un sueño que comenzó con la visión y el empuje de don Francisco Núñez, mi abuelo, un hombre que entendió que la prensa debía servir a la verdad, a la justicia y a Chiapas. Él supo levantar, con tenacidad y convicción, un periódico que se convirtió en referente estatal, forjado entre linotipos, tinta y madrugadas.
A su lado, y luego de él, vinieron etapas igualmente fundamentales. Kyra y Gonzalo Núñez de León asumieron en su momento la dirección con el mismo compromiso, consolidando el legado y enfrentando los cambios de cada época con dignidad y profesionalismo. Ellos mantuvieron encendida la flama de El Sol, aún en los años más complejos para el periodismo local.
Y no puedo dejar de mencionar a mi abuela doña Josefina de León Marín, viuda de Núñez, mejor conocida como «Mamá Teté», quien fue mucho más que un pilar familiar. Fue una mujer fuerte, de temple y corazón, que acompañó a mi «Papá Pancho» desde el inicio, creyendo siempre en el valor de la palabra y en el poder de la verdad. Su apoyo fue decisivo para que este periódico resistiera el paso del tiempo. Su partida nos dolió profundamente, pero su ejemplo sigue guiando nuestro rumbo.
En 2012 tuve el honor de asumir la dirección de El Sol de Chiapas. Desde entonces, he procurado continuar con esa herencia, pero entendiendo que el mundo ha cambiado. El periodismo ya no se imprime sólo en papel: se lee, se escucha y se ve en múltiples plataformas. Por eso, apostamos por la transformación digital, por abrirnos a las nuevas tecnologías y por mantenernos cerca de nuestras audiencias, sin renunciar jamás a la esencia que nos distingue: la credibilidad, la ética y el compromiso con Chiapas.
Hoy, el reto no es menor. Vivimos tiempos donde la inmediatez a veces sustituye la profundidad, donde la información abunda pero la verdad escasea. En medio de ello, El Sol de Chiapas reafirma su propósito de informar con responsabilidad, de analizar con rigor y de seguir siendo un espacio para la reflexión, la denuncia y la esperanza.
A todos quienes han sido parte de esta historia —reporteros, editores, fotógrafos, colaboradores, lectores y anunciantes—, mi reconocimiento más sincero. Porque este aniversario no pertenece a una sola persona ni a una sola generación: pertenece a todos los que creen en la fuerza de la palabra y en el valor del periodismo libre.
A 67 años de su fundación, El Sol de Chiapas sigue brillando. Con raíces firmes y mirada al futuro, seguiremos trabajando con la misma pasión que nos ha acompañado desde 1958: la de servir a Chiapas con verdad, con compromiso y con amor.
¡Gracias por acompañarnos en este camino. Este aniversario es también de ustedes que nos brindan su confianza y preferencia!
Nos vemos…
 
 
 
 










